Esta es la frase que me ha venido a la cabeza nada más bajar del avión y cruzar la Terminal 2 del Aeropuerto de Múnich Franz Josef Strauss. Suerte, que en ese momento antes de entrar en el S-Bahn no hacía frío, es decir que la temperatura era medianamente normal, unos 3°C ó 1°C, la…