Cuando pensamos en un alemán, tenemos en la mente la imagen de un soldado nazi. Lamentablemente porque son las únicas películas que hacen sobre Alemania y los militares son los únicos que aparecen en las películas americanas. Eso si, si nunca hemos estado en Alemania. La imagen que vemos es de militares serios, altos y rubios que siempre se acaban acostando con la chica guapa del filme. Las películas no están siempre basadas en hechos reales o realidades, los documentales si. Así que nuestro imaginario o las expectativas no son siempre verdad, pero es bueno tenerlas a veces para continuar filmeando.
Los resultados de las encuestas expresan estas contradicciones entre realidad y ficción, entre películas y documentales.
- Serio
- Soso
- Poco cariñoso
- Deportista
- Tímido, difícil de empezar y continuar una conversación
- Frio
- No tienen iniciativa
- Bailan mal
- Educados
- Paciente
- Culto
- Guapo
- Cuadriculado con las costumbres
- Con objetivos claros
- Aburrido
- Racional
- Equilibrado
- Reservado
- Le falta un poco de sal
- Calculadores
- Individuales
- Poco sentimentales
Mi pareja tiene algo de estas descripciones y otras no. Se puede vislumbrar que es alemán, pero es la mejor persona que puede estar a mi lado para siempre. Y gracias a la vida que me lo encontré por las calles de un pueblo costero francés. Fue la primera persona que supo darme un abrazo cuando lo necesitaba, que me escucha y entiende, que me protege de mis inseguridades, que me ayuda a crecer, y con el que siento mariposas en el estomago cada vez que nos besamos después de nueve años. Ademas, a pesar de ser Alemán, me apoya en mi carrera profesional, en las tareas de la casa y como familia.
Amor es amor, a pesar de las diferentes nacionalidades, tener conversaciones sinceras, saber lo que se quiere, y amarse sin condición no tiene fronteras, ni estereotipos. Hay personalidades que congenian y otras que no, algunas nacionalidades pueden congeniar mas que otras, debido a la compatibilidad de costumbres y culturas. Lo que si es cierto, es que hay mas parejas alemán-española que español-alemana.
Lo que si es cierto, es que el hombre alemán es egoísta por educación y a imagen y semejanza de sus padres, no puede comunicar propiamente porque no le han enseñado, y no entiende las situaciones como los españoles las pueden entender. No ven la realidad, porque no la ven. Es mas fácil, seguir los protocolos establecidos por la sociedad, seguir las tradiciones que les dan seguridad, que crear una vida nueva por ellos mismos con otra persona que es de otra cultura y que no tiene las mismas tradiciones, protocolos o otras visiones de la vida incluso si comparten patria.
Lo que he visto en casa de mis amigas ha sido duro. Entrar en casa de mi mejor amiga, estar una hora tomando un te y que aparezca de repente su marido, coger algo en la cocina y volver a esconderse en su habitación. O el mismo, si no quiere ver a nadie, gritarle a mi amiga y luego volver a su habitación. Ella tener que disculparse por tener un marido tan antisocial. O forzarla a estar en casa y no trabajar. Que mi amiga española me diga que su marido alemán la deje sola los fines de semana para ir a hacer deporte, con niña incluida. Y que no aparezca en ninguna cena, porque no puede mantener una conversación o querer conversar con nadie que no sea su mujer. Que se enfaden porque su mujer tenga citas con amigas y no lleguen puntuales. Que no las dejen hablar, porque quien habla es el hombre de la casa. Parece dramas, pero son familias que funcionan y que salen adelante porque se quieren. El amor no tiene fronteras, pero hay que luchar por el, sino se quiere algo semejante. La voz tiene que ser escuchada y poner limites donde queremos tenerlos.