Hoy es el día de la mujer trabajadora, aquí en el trabajo no he recibido ninguna felicitación, parece que no se celebra o que estamos demasiado metidos dentro de lo que es el día día, las tareas y no nos damos cuenta del día qué es? Yo me acordaba en cada reunión cuando en mi libreta anotaba el día de hoy..ah! sí… 8 de marzo… Los periódicos se hacen eco de las mujeres que están en altos cargos ejecutivos, y de las presidentas de gobierno. Pero que hay de las intermedias, de las clases bajas dónde la mujer es multi-tarea y multi-organización, a diferente escala pero todas tienen que combatir con esfuerzo el llegar al fin del día. Las responsabilidades cambian, las tomas de decisiones también, las personas con las que se trata no son las mismas, pero los pequeños conflictos y luchas internas para conseguir lo que queramos dentro de un mundo machista y lleno de prejuicios son muy parecidos.
Christina de mi trabajo quería que aún teniendo 3 hijos le mantuvieran su título de Manager… le costó diez años pero ahí lo tiene aún con congelación de sueldo durante diez años. Julia acaba de tener su primer hijo, y se pelea con su marido de que sólo quiere uno para poder ser una mujer trabajadora, le pasé una oferta de trabajo, la oferta de sus sueños, pero el niño es pequeño y ha tenido que renunciar. Pero en unos séis meses quiere volver al mercado laboral. Detlef y su mujer Karin trabajan los dos a media jornada, pasan días en casa los dos disfrutando de sus hijos y entre las prioridades está la familia, y aunque no ganen suficiente dinero durante unos años les da igual. Simone es jóven, acaba de terminar el doctorado, y buscando trabajo le daban sólo prácticas cómo becaria aunque había estado trabajando en Siemens durante todos sus años de estudio, no se dio por vencida, lucho contra recursos humanos de varias empresas, habló con jefes por aquí y por allá, hasta que consiguió un trabajo como asistente personal del CEO de una mediana empresa…
ENM: Cómo has vivido hoy el día de la mujer en Alemania?
Cristina: Desapercibido.
ENM: Ya hace una semana qué estás aquí… Cómo lo ves? Has cambiado tu opinión inicial?
Cristina: Qué fuerte… una semana ya… qué rápida. Estoy muy bien, pensé que me daría un bajón pero no. Es que la gente es muy amable, me he sentido muy bien acogida, muchísimo. Todo el mundo está muy pendiente de mi, me dicen de tomar un café y a comer con gente diferente. Y mucha gente habla español.
Yo también me sorprendí al llegar a Alemania con las dificultades con las que se encuentra una mujer para integrarse en el mundo laboral. Yo que pensaba que aquí estaban más avanzados me llevé una decepción. Vivan las mujeres!