Una de las sorpresas mejor guardadas ha sido mi trabajo para conseguir un/a estudiante para hacer el proyecto fin de carrera en mi empresa y en mi departamento. No es tarea fácil, y este mes empiezan tres estudiantes, pero una en concreto es muy especial, porque va a vivir conmigo en casa. Esta anécdota curiosa, es muy bonita también, pero lo más interesante es que vamos a empezar un diálogo diario sobre cómo se ve de primeras venir a vivir a aquí a Alemania desde París, siendo española. Las primeras impresiones y las millones de preguntas que todo el mundo se hace nada más aterrizar. Así que aquí os presento a Cristina.
Acaba de llegar de 7 horas de viaje de tren… ya estamos acomodadas en casa y mi pregunta hacia ella es:
ENM: Qué es lo que más te ha sorprendido hoy?
Cristina: La amabilidad de la gente para entenderte, aunque no hables el mismo idioma, el esfuerzo que hacen por entenderte y que entiendas. Porque hasta la señora que le he comprado el bocadillo en Frankfurt cuando hacía transbordo, ha hecho el esfuerzo de hablar inglés porque yo no entendía el alemán.
ENM: Y lo segundo?
Cristina: La verdad es que estoy prevenida de todo por leer el blog.. y con las cosas que cuentas. Cuando escucho el alemán es que no hay por dónde cogerlo, es otro mundo, el hecho de hacer la compra se me va a hacer super difícil… y te sientes super desprotegido sin hablar el idioma, como indefenso. Nunca me había pasado. He comprado un bocadillo y no tenía ni idea de qué era… al final si, de pollo con curry.
Estoy totalmente de acuerdo con Cristina, tu nueva compañera de piso. Yo llevo aqui un par de semanas y aunque sé que voy a ir a clases de alemán da la impresión de que jamás habrá por donde cogerlo! y bendito inglés, si no fuera por el no se que habría sido de mi estos días (la impotencia de ir super y no saber que compras es real 100% yo creo que hoy he comprado lejía, pero no estoy segura todavía)
¡Qué gusto volverte a leer! Muchos ánimos a Cristina, estoy deseando leer sus impresiones.
Qué experiencia más chula y más curiosa, cierto.
Y que alegria leerte!
Cuidaos.
Bienvenida a Múnich, Cristina. Por mi parte llevo ya aquí un mes y sí, lo peor es ir al super y buscar durante media hora «Putenwurst» y que al final resulte que el pavo se llama «Truthahn» por alguna extraña razón incomprensible.
Esperemos que entre niebla y sol le dé mejor la bienvenida que a mí, que la primera semana me comí los -17°C.
¡Un saludo y enhorabuena por el blog!