Parece que no hace tanto frío, o parece que el frío se haya convertido en un agradable efecto del entorno, la explosión de colores del otoño empieza a ser extasiante, y ahora se puede empezar a diferenciar entre un árbol y el siguiente, cada uno a su tempo, cada uno con un color de hoja diferente, cada uno con una intensidad diferente, la paleta de colores del otoño pasa del verde, al verde amarillo, al amarillo, amarillo naranja, naranja, naranja rojo, rojo marrón y marrón.
Los colores de las casas empiezan a detectarse detrás de la frondosidad que empieza a desaparecer, las hojas se caen y dejan huecos, y entre esos huecos se empieza a vislumbrar la magia del invierno, empiezan a aparecer los colores del invierno, que no sólo es el blanco, que ni tampoco es el gris, sino que son los vivos colores con los que los muniqueses pintan y engalanan sus fachadas, sus ventanas, en definitiva sus casas.
Un mes para que empieze el periodo de adviento, un mes para que empieze el mes de Navidad, porque sí, aquí la Navidad dura un mes! Estamos preparados? Tenemos en casa moniatos, marzapán, obleas, almendras molidas, nueces, mandarinas, chocolate y té de Navidad?
(Poema de otoño)