Hace sol, pero el frío otoñal ya se ve y se nota, estamos en Septiembre y aunque el cielo esté azul, por la noche ya han aparecido unas nubes que hacían no presagiar lluvia pero si una entrada al cambio de tiempo. Porqué lo llaman verano, si en Septiembre ya parece más otoño que otra cosa… como en todo, últimamente hay que renovar hasta las viejas concepciones de las estaciones.
Con una taza de tila, hoy estoy sentada en el sillón escribiendo. Creo que el trabajo me da demasiada adrenalina y no paro y en este segundo día ya vuelvo a estar tan estresada como el último antes de las vacaciones. Al salir del trabajo he ido a la tienda de bici que tengo al lado para mirar los horarios de apertura pero el dueño estaba allí todavía y me ha preguntado Qué quieres? y yo.. pues reparar las luces, los frenos, poner aire en las ruedas y revisar el protector de la cadena.. y voilà, he dejado la bici en ese momento y estará mañana a las séis de la tarde. Me ha preguntado mi nombre y el teléfono, y como mi alemán no es de alemana, me ha dicho si era francesa.. cómo siempre me confunden el acento. Después de la corta conversación con el biciclero me he tenido que ir a casa andando e ir a hacer la compra en el REWE también andando, con tacones.. no muy práctico ya que he llegado tardísimo a casa y muerta de hambre.
Tengo que decir que Cádiz me ha encantado… ir a correr cada mañana a lado del mar… llegando hasta la playa de la caleta, viendo un azul resplandeciente…. un lujo que ahora tengo que soñar. Recomiendo «La Tienda del Chocolate» en la calle Sagasta 2 dónde hacen una infusión de chocolate con cáscaras de cacao, y que además de bombones riquísimos que se pueden comer con el té, la colección de tés es para quitarse el sombrero, tan buena como la de chocolates. El restaurante Balandro…No hay nada por ser guiada por un gaditano de pura cepa! Gracias Jesús!! Por cierto, el último día me encontré a mi amiga mamaenmúnich!!!