Cielo azul como la bandera de la baviera, sol y pajaritos que vuelven a cantar en las ramas de los árboles. El fin de semana de desconexión en un pequeño pueblecito perdido en las montañas de Thuringen en el este de Alemania ha sido muy interesante, por toda la información que me ha proporcionado, pero también muy renovador. La verdad es que me ha dado otra forma de ver la vida cotidiana de aquí, y también de reafirmarme de que Múnich es ultra conservador e intolerante.
Si este es un blog de mi vida aquí, de todo lo que descubro, de lo que pienso, de lo que investigo con ayuda de alemanes y de españoles que viven aquí desde muchísimos años, yo me pregunto en este punto, debo contarlo todo? Hasta dónde está el punto de la vida privada de los protagonistas de las historias y anécdotas? En estos momentos podría vomitar miles de palabras de los momentos increiblemente históricos que este fin de semana he vivido, que algunos historiadores les gustaría haber tenido. Sentimientos que me afloran por haber estudiado la época del nazismo en mis años de BUP y COU, de la trágica separación de un país después de una guerra, de la ruptura traumática que ha supuesto que una parte estuviera gobernada por el sistema comunista y la otra por el capitalista en medio del escenario de una guerra fría. Cuando en el año 2011 una española anónima entra en casa de una familia alemana que vive en la parte este, con antepasados nazis y con modo de vida comunista, con una mentalidad abierta y que empieza a contarme todo y mostrarme todo sin pudor.
¿Desbes contarlo todo? Pues en este caso sí. La vida privada siempre se puede guardar celosamente con la oportuna etiqueta de Herr y Frau Anónimos a la vez que nos haces partícipes al resto de una historia que, por lo que esbozas, merece la pena ser contada. Hay pocas cosas más tristes que una idea que rebota sola en el vacío, sin nadie que la transmita. 😉
Hola! Hace rato que leo tu blog y nunca he escrito aquí. Creo que es tiempo de agradecerte!
Por contar todo, como bien dices, y por dejarme vivir a través de vos, en ese maravilloso país que tanto ansío conocer.
Soy de Argentina, tengo 25 años y cero probabilidades de ir a vivir allá, pero tengo un deseo enorme por hacerlo. «conoci» o mejor dicho «me acerqué» a Alemania por su música, y cada vez me encanta mas, sus costumbres, su historia, su gente… Asi que me ayudás mucho a que la fantasía crezca.
Vielen Dank ! Nie aufhören zu schreiben!