Nevando durante todo el día sin parar, y me parece mentira que esos casi microscópicos copitos que a veces parecen agua helada se queden en el suelo como nieve y produzcan tantos centímetros de nieve. En España que estamos faltos de agua, y aquí en Múnich tanta agua acumulada en las calles en forma de nieve, que muy gustosamente no la regalarían para no tener tantos problemas de tráfico.
Dejé ayer la bici en Viktualienmarkt y allí se ha quedado hasta buena nueva, espero poder ir mañana a buscarla antes del fin de semana, para guardarla en el trastero. La nieve es super corrosiva y destroza no sólo la cadena y la estructura, sinó también congela y atrofia los frenos y las marchas.
El otro día compré un libro para mi suegro (no digo el libro que me leen), de Gabriel García Márquez en alemán en la Libre, una muy bonita edición. Espero que le guste.