Pasado el típico veranillo de San Martín aquí en Múnich, y parece ser que no solo pasa en España, volvemos a nuestras temperaturas habituales. Ahora ya está el cielo un poco nubladillo, y por la noche ha helado, dejando un manto blanco en los coches y en la hierba. Ya no hay oficialmente hojas en los árboles, el viento de la semana pasada se encargó de hacerlas desaparecer volando y en estos momentos reposan sobre las calles de la ciudad.