Septiembre, mes de la vuelta a la vida, pero también un mes para prepararse para el duro invierno, es decir, limpieza profunda de la casa (para eliminar la fauna veraniega), puesta a punto de la bici, engrasar la cadena, la bici, y revisar el armario, porque hay que cambiar la ropa que está más a mano, de la del «verano», a la de otoño con cosas de invierno por si acaso.
Una amiga mía de la garrotxa que vive en Zürich me ha enviado este artículo:
Y que responde un poco más a la pregunta de Fernando sobre la necesidad de emigrantes para soportar la economía alemana. Bueno, tengo que decir, que el gobierno dice una cosa, y luego tampoco se crean que reciben a los emigrantes con los brazos abiertos, para nada.