Acabo de llegar a Múnich de unas mini-mini-mini vacaciones desde Barcelona, y menudo cambio, ya en el avión se veía venir el tiempo, hasta la parte francesa de suiza todo sol, sin una sola nube, pasar a la parte alemana y ya eran capas y capas de nubecillas perdidas.. entramos en Alemania y ya era todo blanco.
Que maravilla sentir el sol, sentir que ya no podía más de calor y sudar! Aunque no es una sensación muy agradable, a mi ya me iba bien. Ahora, con sandalias tengo frío en los pies, hace viento fresco-casí-helado aquí en Múnich. Y yo continúo con mi típico mal humor de cuando regreso aquí después de un viaje. Supongo que en una hora o dos se me pasará.
La calima del mediterráneo, ruidos por todas partes, gente hablando por la calle casi gritando, desorden pero un desorden serio! El perfume del gel Moussel.. el perfume del desodorante Tulipán Negro, el pescado fresco fresco.. y las rebajas!